CURSO AUTO ASISTIDO DE BIOÉTICA Y PANDEMIA COVID
Diagrama de temas
- BIENVENIDOS
- NO ENTREGA CERTIFICACIÓN
- Sorpresa Sanitaria
- Marcos Bioéticos de Referencia de una Pandemia
- Principios Bioéticos en Pandemia
- Aspectos Bioéticos para el Personal Sanitario en Pandemia
- Criteriología de los usos del Recurso Sanitario en Pandemia
- Función de los Comités Hospitalarios de Bioética frente a la Pandemia
- Investigación Clínica Experimental en Pandemia
- Cuidados Paliativos en Pandemia
- Salud Mental y Pandemia
- Links, vídeos, Artículos de Interés de bioética y COVID19
- AVISOS Y FOROS
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LAS PRINCIPALES PRECAUCIONES DE
MÉDICOS SIN FRONTERAS FRENTE AL CORONAVIRUS
Estamos extremadamente preocupados por cómo afectará la pandemia a las poblaciones que viven en entornos precarios y a los colectivos más vulnerables, como personas sin hogar, migrantes, personas desplazadas o refugiadas en campos (como en Grecia o Bangladesh) o las poblaciones afectadas por un conflicto, en países como Yemen o Siria. Estas personas ya viven en condiciones difíciles y ya disponen de poca atención médica. Nos preocupan en especial quienes viven en grandes asentamientos, en condiciones de hacinamiento, con poco saneamiento y pocos servicios médicos. ¿Cómo podemos pretender que estas personas se protejan cuando apenas disponen de agua? ¿O que se queden en casa y se aíslen si dependen del trabajo diario para subsistir o comparten un refugio con otras 10 personas?
Tan importante como informar a la gente sobre las medidas de protección que deben tomar (lavarse las manos y aislarse en caso de contacto de alto riesgo con pacientes contagiados) es asegurarles los medios para hacerlo.Si el virus comienza a propagarse por áreas como estas, será prácticamente imposible de contener. En campos como los de Cox's Bazar (Bangladesh) o los de las islas griegas, o en suburbios marginales de alta densidad poblacional, como Kibera (en Nairobi, Kenia) o Khayelitsha (en Ciudad del Cabo, Sudáfrica), deben implementarse de inmediato programas (mejor si son descentralizados) de cribado rutinario y pruebas de diagnóstico. Tan pronto como se identifique un solo caso, su aislamiento y el refuerzo de las medidas de protección del personal sanitario serán primordiales. Debemos evitar la transmisión generalizada en estas áreas y solo se logrará rompiendo lo antes posible las cadenas de transmisión; de lo contrario, la propagación será imposible de controlar. Estas personas ya están muy desatendidas en términos de salud, por lo que, en caso de llegar la COVID-19, el desastre sería incluso peor que en otros lugares.
En general, nos preocupa mucho cómo los brotes de COVID-19 afectarán a países con sistemas de salud ya frágiles, como en República Centroafricana o Yemen. En muchas áreas donde trabajamos, existen pocos actores médicos en condiciones de responder a una sobrecarga de pacientes. Queremos asegurarnos de que continuamos garantizando la atención de todos los pacientes en los que trabajamos hoy, y que nuestros equipos médicos están preparados para manejar posibles casos de COVID-19.
Está claro que debemos hacer todo lo posible para prevenir y retrasar la propagación del virus. Algunos de los sistemas de salud más avanzados del mundo ya se están saturando. Preservar la atención médica, tanto para personas con coronavirus como para cualquier paciente, es primordial. Esto significa garantizar que los hospitales no se desborden y que el personal de salud pueda hacer frente a la cantidad de pacientes que requieren cuidados intensivos, al tiempo que se garantiza el tratamiento a otras personas que también necesitan ser atendidas.
Los contagios en el personal médico pueden darse fácilmente en estructuras que están abrumadas por un gran número de pacientes y que tienen que lidiar con suministros limitados de EPI y con plantillas que probablemente quedarán reducidas (debido a los contagios por transmisión comunitaria). Todo ello reducirá aún más la capacidad de hospitalización y tratamiento de pacientes. La seguridad del personal de la salud debe ser una prioridad.
La confianza en la respuesta y en las autoridades sanitarias es esencial para el control de las epidemias. Se necesita una comunicación y orientación claras, oportunas, medidas y honestas.
La gente necesita estar empoderada para poder protegerse.
Para garantizar que los suministros médicos para responder al COVID-19 sean accesibles y asequibles y estén disponibles, las partes interesadas, incluidos los Gobiernos, las empresas farmacéuticas y otras organizaciones de investigación que desarrollan tratamientos, diagnósticos y vacunas, deben tomar las medidas necesarias para:
• evitar que las patentes y los monopolios limiten la producción y el acceso a un precio razonable.
• garantizar que los pacientes que necesitan disponer de determinados medicamentos para tratar sus enfermedades puedan seguir teniendo acceso a los mismos. Garantizar que dichos tratamientos no tengan que verse interrumpidos por la falta de stock; por el hecho de que estos medicamentos, que fueron diseñados y recetados para tratar específicamente esas enfermedades, se acaben destinando a tratar el coronavirus.
• priorizar la disponibilidad del material médico para la protección y el tratamiento de los trabajadores sanitarios de primera línea.
• mejorar la transparencia y la coordinación, para garantizar la puesta en marcha de un enfoque basado en la evidencia y así vigilar constantemente que no se rompa la cadena de suministro del material médico esencial, y para adaptar las medidas de mitigación cuando sea necesario a través de la colaboración internacional.
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